“Hasta el que no le gusta el fútbol, está hablando de fútbol”. Así cerraba su frase el Directivo de una Compañía de Tecnología con el que compartía mesa.
Un gran mito es que una de las características más representativas del fan es que recomienda el producto o servicio a amigos y familiares, aunque no siempre es así. Podemos ser fan de un producto, hablar de él, no cambiar de marca, defenderlo y no recomendarlo activamente. Realmente, la gran característica del fan es que contagia su entusiasmo y que defiende la marca frente a conocidos.
La alegría de los seguidores del Atletico de Madrid, al ganar la liga o la itinerancia de fans del Real Madrid y del Atletico de Madrid a Lisboa de las últimas horas, está siendo la muestra en vivo del fenómeno fans y de las consecuencias que genera. Detrás de hacerse fan están emociones básicas como la alegría.
Hacer fans no sólo garantiza resultados sino que además supone una garantía a futuro. Estos días mencionaba en una entrevista para El País, que la ganancia de 1% en vinculación del cliente supone una ganancia media en valor de mercado de un 4,6%.
Sin embargo, muchas compañías en lugar de ver ésto se permiten maltratar al cliente, para más tarde, tener que cambiar de dirección. ¿No es absurdo?
Comments