“Hay que ser capaz de que la gente sienta algo en sus entrañas definiendo las emociones correctas, en los consumidores correctos, en el momento correcto”. Frases como ésta caracterizaron el encuentro en el que he participado el pasado 4 de julio en Cali (Colombia).
Curioso es el hecho de que tras haber visitado Ecuador, Panamá, Uruguay y finalmente Colombia, haya sentido que en estos países se acoge el término experiencia y emociones con mucha más facilidad de lo que se está haciendo en España. Temas como el “Shopping Experience” son absorbidos por los directivos latinoamericanos como si fueran esponjas con el claro convencimiento de que el futuro pasa por la experiencia del cliente. Con asombro y admiración recogían el concepto “Theme Experience” y “Rentabildad por metro cuadrado”.
Por otra parte, son países donde la palabra servicio ya se lleva implantado en el ADN de las personas que te atienden. Caras amables, sonrientes con una actitud proactiva que están dispuestos a hacerle una estancia más agradable al cliente.
Me sorprendió la experiencia estética diferencial del restaurante Andrés Carne de Res, tematizado con un gusto singular, combinando calidez con singularidad y con una presencia de marca característica. Este restaurante con mezcla alquimia y halo místico, combinación de éxito como el que menciono en mi nuevo libro.
Comments