“Las aportaciones del último premio Nobel junto con las últimas contribuciones del más reputado neurocientífico, ponen a las emociones y al inconsciente, en el centro de todas las decisiones, económicas, culturales, tecnológicas etc”. Esta frase era parte de la introducción que hice en la presentación del 6º Estudio de Emociones en el Sector Bancario de Particulares en España, realizado el pasado 25 de abril en la Asociación Española de la Prensa en Madrid, ante los principales medios financieros del país.
Y es que, ya hay autores que elevan las emociones a campos como la biología o la filosofía.
De hecho, Antonio Damasio, en su última obra “El extraño orden de las cosas”, relaciona las emociones con el proceso de la homeostasis, que es una propiedad de los organismos para mantener una condición interna estable, compensando los cambios en su entorno mediante el intercambio regulado de materia y energía con el exterior (metabolismo). Ejemplos de homeostasis son la regulación de la temperatura o el balance entre acidez y alcalinidad (pH).
Por tanto, asistimos a un momento único en cuanto a la importancia que está demostrando tener este tema a todos los niveles.
Como sabéis, los que me seguís y me leéis, hace años que vengo defendiendo el concepto “Emotions Centric”, a través de este blog, de mis libros e incluso de mis iniciativas de formación. Pues bien, parece que las últimas noticias apuntan a que las emociones son el origen de todos los temas. Incluso de esas materias que se debaten en los Foros y Conferencias a nivel mundial, como podría ser el Foro Davos.
Sí, aunque parezca extraño, cualquier tema de relevancia como la Cultura, la Economía, la Tecnología, la Educación o la Ecología, tiene como trasfondo un estado emocional grupal. Pensemos en la “cultura”, donde la variable clave es la “escritura”, que en el fondo se debe a la búsqueda de la “comunicación” como necesidad o motivación y que a su vez se origina a través de una emoción, que puede ser “la curiosidad”.
Y, ¿qué es una emoción grupal? Se trata de un estado que sentimos un conjunto de personas, de forma común, por estar expuestos a un tema o a una experiencia (podría ser una organización o una marca).
Cada emoción grupal tiene un significado. Por ejemplo: “irritación“, puede tener el siguiente: “experiencia derivada de malas experiencias puntuales con productos y/o servicios en mi día a día”. Y, sin embargo, no tiene por qué tener los mismos “disparadores o triggers” para cada tema, marca o industria. Por ejemplo, en el sector bancario la irritación tiene que ver con el “cobro de comisiones” y, sin embargo, en telecomunicaciones tiene que ver con las “explicaciones recibidas y con la letra pequeña“.
La “idea” que hay detrás es muy relevante, pues si entendemos qué origina la emoción en cada sector o en cada tema, daremos con los por qué de los movilizan.
Os invito a escuchar la presentación (desde min 22) y espero no dejaros indiferentes con ella. Hasta el siguiente post!
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