Cuando empecé a impartir clases en 2005 de Marketing Experiencial ya advertí a mis alumnos que estuvieran atentos a la proliferación del término “experiencia” como parte de la marca o del slogan de diferentes marcas en su comunicación. Hoy es una realidad, nos invade el término “experiencia” o “experience” en su traducción anglosajona. De apenas no aparecer en «google» a contarse por miles.
“Coronita Experience”, «Volkswagen Experience», «Heineken Experience», “LG experience”, «Sage Experience», «Land Rover Experience», “Gourmet Experience de El Corte Inglés”, etc. Hasta “Sanitas Experience”, que basa su concepto en marketing sensorial. Sorprende que un sector como el de Seguros de Salud esté acuñando este término. La realidad es que por experiencia en hacer consultoría en este ámbito de actividad, parece que en el futuro las compañías que apuesten por esta disciplina serán pioneras y tendrán por tanto ventajas competitivas. La gran cuestión es ¿se está acuñando este término como base de las estrategias de estas empresas o se están apuntando a lo que parece que es una moda?
Recientemente una amiga y colaboradora, Elba Pedrosa, me confirmaba su desilusión ante la visita del Gourmet Experience del Corte Inglés. ¿Tiene sentido hacer acciones experienciales sin acompañarlos con un cambio de cultura y filosofía?
elena,
lo cierto es que cuando hay una tendencia, hay que cuidar que no se convierta en moda, ya que entonces es cuando se cometen esos riesgos de generar acciones desligadas y descafeinadas que no forman parte de una estrategia corporativa, y que proliferan por todas las esquinas… La labor de investigación de emoinsights, pionera en España, ayudará en este sentido de la profesionalización de la tendencia.
Hola Elena,En primer lugar fedciidales por el blog, me llegf3 el aviso hoy y me ha faltado tiempo para abalanzarme sobre e9l para ver que9 se te pasaba por la cabeza. Afan no he echado un vistazo a las entradas antiguas, pero lo hare9 poco a poco, aunque me vas a permitir que mantenga el economato .Vere1s, yo no creo que exista un Marketing Este9tico, como desde luego estoy seguro que no existe un Marketing Ledquido por me1s que a alguno le paguen por conte1rtelo en una conferencia o por escribir un libro hablando de ello. Y no existe, en mi opinif3n, porque ya existe en el gran MARKETING, con mayfasculas. La este9tica, bien sea de disef1o (en cualquiera de sus variantes) o de mensajes es, inherentemente, parte del marketing me1s tradicional. En cuanto a la este9tica arquitectf3nica de los fascismos, este1s en lo cierto, aunque me temo que ya veneda de antes (baste ver Versalles, El Kremlim, Washington en su conjunto, El Escorial, etc).El poder necesita de sus sedmbolos, es una forma como otra cualquiera de impresionar y someter al observador, y no necesariamente al enemigo sino, por el contrario, al sfabdito .Saludos,Rocket